Con esta galería de fotos de lo que vivimos el 1 de junio en la Fiesta del Club ponemos fin a una temporada increíble. Los logros deportivos de nuestras categorías y jugador@s ya los conocéis, así que hoy toca dar las gracias.
Gracias a quienes formasteis parte del staff una temporada más: delegad@s, entrenador@s y preparadores físicos. Vuestro trabajo es lo que nos permite ir mejorando nuestro desempeño cada temporada, en el terreno de juego.
Gracias a todos los que habéis hecho algo por el club y por las instalaciones esta temporada: cada vez que se realiza un arreglo, se barre la grada, se pone a asar carne, se pinta el campo, se asiste a una reunión, se limpia un vestuario, se organiza un tercer tiempo, se reserva un bus o un hotel, se prepara un documento y se ordenan la sala de ropa, la polivalente y el cuarto de material hacemos club y eso es muy importante. Gracias también a quienes estáis detrás del único sitio a una temperatura aceptable durante el invierno: el bar.
Gracias a todos los que trabajáis desinteresadamente para enseñarle al mundo lo que hacemos en el Naranco y en el ORC. No solo llegamos a la gente a través de las visitas a los coles e IES de Oviedo y alrededores, sino que tambien lo hacemos gracias a fotógrafos como @josemanuelgonzalez, @xcorgox, @mariorodriguez o @diego_mas_franchini. No solo creais recuerdos, sino que además haceis un homenaje al mejor deporte del mundo. Gracias, por supuesto, al equipo que está detrás de esta cuenta, de x, del blog, de facebook, de @ciudad de oviedo, de @osas y de @touch.
Gracias a las familias que ponen lo más importante que tienen en nuestras manos. Vuestra confianza y vuestro esfuerzo para que vuestros hijos e hijas vengan a entrenar incluso cuando llueve es esencial para que sigamos creciendo y desarrollándonos como club, pero también es fundamental para que vuestr@s peques crezcan como personas.
Gracias también a los jugadores y las jugadoras de todas las categorías que atesoramos en el Naranco, que no son pocas. Desde nuestros minúsculos m6, pasando por l@s m8, m10, m12, m14, m16 y m18, hasta nuestros tres seniors, femenino, masculino DHb y masculino regional y sin olvidarnos de nuestro Inclusivo, nuestras osas y nuestro equipo de touch. Todos, los que nos acompañaréis una temporada más y los que no, sois historia del club y siempre seréis puro ORC. Vuestro esfuerzo, compromiso y dedicación os hace mejores y estamos muy orgullosos de vosotras y vosotros.
Gracia a todos las empresas patrocinadoras y entidades que aportan apoyo económico al club. Sois parte de este proyecto y estamos seguros de que nos queda mucho por dedicaros y compartir.
Y, ya por ultimo, agradecer a todos los equpos y clubes que han pasado por el Naranco esta temporada por darnos la oportunidad de disfrutar jugando. Perdonad quienes hayais tenido que padecer alguna averia que nos dio lata en varias ocasiones y nos hizo sufrir
En definitiva, el club sigue en marcha y esto no seria posible sin el trabajo, el tiempo y el cariño que tantas personas ponemos en él. La familia crece y sus ambiciones también. A descansar unas semanas para volver con mas ganas de seguir disfrutando muchos momentos de Club.
Carmen Cuevas
Llevar el bar del club durante estos 4 años ha sido una experiencia gratificante, he conocido a gente cojonuda, he trabajado con amigos, y he conocido un club que he acabado sintiendo muy mío, y que es el club de algún amigo, a uno de esos conocidos, Tomás Martín Valledor, le pude entrevistar para el Cowper hace 4 años cuando ayudaba en sus redes, a día de hoy, creo que ha llegado el momento de sentarnos a hablar del Oviedo Rugby.
Tomás es parte de una lista de jugadores que no deberían necesitar presentación.
Pilier seminal del club, entrenador de la escuela, carácter en el vestuario, capitán, entrenador del senior.
Es raro que un compañero no lo cite, es raro que un jugador al que formo no mencione su compromiso con el rugby.
Tomás es rugby, dureza, corazón, una persona sin dobleces y honesta, un tipo que muere con sus ideas y con un conocimiento importante del club y del rugby asturiano.
Este club va camino de sus 50 años y Tomas ha estado presente en casi toda su vida.
Una conversación con un ex jugador en la condomina del club me dejó pensando que hay que apretar con las entrevistas, el yo y un puñado sabemos quién es, gracias por el empujón y por la actitud.
Entrevistar a Tomi siempre es un problema, nunca sabre quien divaga más y tenemos mucha gente en común, entreno y saco lo mejor como jugadores de rugby de no pocos amigos. Es complicado no recordar anécdotas, es complicado no preguntarle por el pase de mi amigo Chester, por Darwin, por Carpi, por Raúl o por los Jorges.
A ver que tal quedo la cosa.
Pregunta: En esta entrevista parto con ventaja….conozco a mucha de la gente que mencionas….pude preguntarle a Primo por vuestra edad.
Tomás: Primo era MUY BUEN JUGADOR, un zaguero muy listo, duro y tenía buena visión, siempre encontraba el espacio, más por inteligencia que por velocidad. Fuimos al colegio, a los Dominicos, juntos, nacimos en el 64. Yo soy de Agosto. Empece con unos 14-15 años al rugby, jugué un año de cadete, 2 de juvenil y 2 de Senior en Económicas. Luego se funda el club, en el 83, y ya hago toda mi carrera en el Oviedo.
Pregunta: Hay toda una generación de ilustres, que sois prehistoria del club.
Tomás: Entrenábamos en el patio de piedra de los Dominicos, y no nos cortábamos, Meles, abiertas, placajes. Nos daba igual el cemento. En mi primera Mele, contra Ovies, me entere al día siguiente que le había roto una costilla. Las meles de antes eran otra cosa. Todo el juego de delantera en general. Todo el contacto diría. Alguien dijo en un foro que hemos pasado de un rugby prehistórico a la modernidad. No estoy de acuerdo. Antes jugábamos con unas normas. Y según esas normas, se jugaba de determinada manera. Las normas han cambiado y con ellas el rugby. Pero siempre ha habido un marco. Yo siempre reivindicare la delantera y la calidad del contacto, quizá porque soy pilier desde que nací, quizá porque Sudáfrica viene de ganar 2 mundiales seguidos con 2 paquetes de delantera muy importantes en el juego del equipo.
Pregunta: ¿Quien andaba en aquel en el patio de Santo Domingo?
Tomás: Naves, Oliva era más joven que nosotros pero empezó pronto, jugo poco en el Senior….el Oviedo se forma porque en la ciudad había dos clubs, El Económicas y el CAU, había una fuerte rivalidad entre ellos, eran básicamente antagónicos en ideología, los dos vinculados con la universidad. La universidad echa al rugby, el Señor Alberti. Tampoco echo de menos aquel vinculo con la universidad, porque no nos daban ni camisetas, mal nos trataron, y mal nos echaron. Emilio Cilleros lo ve claro, nos sienta a ambos equipos y nos convence para aunar fuerzas. Cilleros, que era el entrenador del CAU y pasa a ser el del Oviedo, era muy de un quince fijo. Apenas contaba con la gente del banquillo, y claro, al unir CAU y Económicas igual había 35-50 personas. De las cuales jugábamos menos de 20, eso hace que a los pocos años, algunos jugadores dejen el club para poder jugar y formen el Uni, del que nacerán el Cowper y el Minas. Así que el Oviedo es padre o abuelo de todo el rugby de Oviedo a día de hoy. El Cowper salva al Oviedo cuando el club agonizaba en 2006. Si no llega a ser por esa llegada masiva de jugadores….Davizón, Tato, Salinas, Pintadín. Ahí el Oviedo estaba herido de muerte y renace sano y fuerte.
Pregunta: ¿Sporting de Gijón?
Tomás: Tascón, gran jugador, los hermanos Uría, Joaquín y Juanjo, Joaquín era IMPRESIONANTE, tenía un material genético….. era un primera linea durisimo, fuerte, no conocía el miedo, me toco enfrente siendo un crio y me endureció muchísimo, me daba una caña….Juanjo, su hermano era otro tipo de Pilier. A Joaquín el rugby le servia de terapia, en un partido estabamos por entrar y se me acerca Xabito. “Tomás, ¿puede jugar Uría la primera parte, que dice que le vendría bien mentalmente?” “Sin problema, por Joaquin, perfecto ” entró y se desahogo, efectivamente. Los Capelastegui, que uno de ellos acabo jugando con nosotros. Tascón era un zaguero para ser internacional…...GRAN JUGADOR. Desde entonces no he vuelto a ver un Gijón Rugby como aquel, ahora están ahí en DHB, si resisten, si siguen trabajando….a ver por donde evolucionan. Un poco como el Pilier, esta en un momento interesante….Dani Rojas, ojo con Dani Rojas. Uno de los 3 o 4 mejores tres cuartos que han pasado por el Oviedo, fue Pumita, de verdad. Joder que frio (estamos en la terraza del Quinto de la tarde y se esta como Dios pero esta fresca la mañana) ….que frio pasábamos en la Pixarra...todos los campos de Rugby del interior de Asturias son fríos, pero a La Morgal y Al Naranco les cogí cariño, a la Pixarra ninguno, lo pasaba mal allí. No me gusta ni el frio ni la humedad. Lo peor de mi vida en el rugby fue la Pixarra. En lo que ahora es el campo del Oviedo había una laguna….Costo mucho dinero hacerlo y nació mal, ya dio problemas en la inauguración, es un campo con el que llevamos teniendo que pelear, vamos camino de 30 años. No entro en detalles pero un día alguien dijo una frase sobre la resiliencia de la instalación ante todos sus problemas….y yo me quede “¿Eh?”
Pregunta: Eso suena a “que bien se me esta muriendo el enfermo”
Tomás: Exacto, Se muere, pero con clase. Casares el arquitecto tenía mucha personalidad. Tomás Lago, presidente fundacional del club es una figura poco reivindicada, la gente no lo conoce. Se habla poco del pasado del club, yo creo que se habla poco de la historia de las cosas en España, y es importante y bueno conocer la historia. Yo creo que por eso somos una sociedad desagradecida porque no hay perspectiva. No se toma una linea de tiempo y se dice “¿que paso en los años que fue presidente, entrenador, director deportivo o capitán este?” “¿Que se encontró Cilleros? ¿que nos legó? ¿Que se encontró Tato, que nos dejó? ¿Cuantos años llevan Morán y Fon jugando?” “¿Cuantos lleva cierta gente ligada al club?” Luego, los ciclos se acaban y es natural, te lo dije aunque no lo pusiste en la entrevista del Cowper, que un entrenador no puede aguantar fácilmente más de 3 años. Pero hay maneras y maneras de cerrar los ciclos, lo que se le hizo a Cilleros….aun me enfado al recordar como lo echamos. Pero a él y a Spencer, y a tantos mas.
Pregunta: ¿Donde entrenabais en esos primeros años? Porque supongo que Económicas no entrenaría siempre en el patio de los dominicos.
Tomás: En el CAU, en San Gregorio, pero en la rotonda. Alguna vez nos dejaban medio campo...así estábamos, la gente de los Dominicos al Económicas, la gente del Loyola al CAU. Del Económicas el club obtiene mucha escuela, mucha técnica, el CAU solo tenia juveniles y nosotros teníamos categorías inferiores, críos con un balón de rugby en las manos con 12 años. Y eso te acaba dando jugadores bien formados técnicamente. El rugby es un deporte que no permite tonterías. Al enemigo en el campo, para mi, ni agua, luego ya termina el partido y que cada uno haga lo que quiera, pero en el campo, para mi, el rival es enemigo. El CAU lo que aportaba es que no se andaba con chiquitas, era un equipo menos formado técnicamente pero sabían hacerse respetar. Era un equipo duro, rocoso, muy complicao jugarles. Serios y disciplinados. La unión es cosa de Cilleros, al CAU le interesaba porque era un club más cortoplacista. Primero crean solos el CRO que muere al poco de nacer, y luego ya, cuentan con Económicas y juntos fundamos el ORC. Ahí también fue importante el presidente nuestro, Escudero, un tipo cojonudo.
Pregunta: Cilleros.
Tomás: Lo que se consiguió en 6 años. Que se pasa de regional a DH con 8 jugadores de casa y 7 buenos fichajes que subían el nivel…..Tomás Lago y Cilleros son muy importantes ahí, más el segundo. La gente trabajaba y callaba, nadie venía con historias. Yo fui muy bien mandado hasta cierto momento, cuando echan a Cilleros, ahi me rebele, me vinieron a buscar Gelo e Irastorza a la tienda y yo estaba...fuimos a ver a Emilio, César Bonanza y yo y Cilleros se enteraba por el periódico que lo habíamos echado, no son formas. Había un problema en el vestuario, Cilleros cruzó al enterarse de algo, se largo y aquello se debió reconducir, pero en vez de reconducirse se agrando la bola y Cilleros fuera, y de aquella manera. Ya se había largado Bonanza por torpezas de compañeros.
Cilleros dio clases a Alfonso Guerra y Felipe González, aparece mencionado en las memorias de Miguel De La Cuadra Salcedo. Vivió en Alemania, y tuvo una vida curiosa allí.
En todo lo que pasa en esos años de Cilleros con el club creciendo y creciendo hay mucha suerte. Cilleros siempre tenía suerte, era muy inteligente fue un gran empresario, la Pizzería, el Pinnoco, las motos, otra pizzería en Madrid. Tenía una casona...Murió en un campo de rugby, junto a un hospital, se fue al suelo mientras entrenaba a sus delanteros en la mele, al levantarse el medio se lo encontró, y lo llevaron corriendo al hospital. No pudieron hacer nada.
¿Sabes lo que es la suerte? Preparación y oportunidad. Estar preparado para aprovechar una situación y que esa situación se de. No es nada fácil tener suerte, hay que trabajar mucho para tener suerte.
Pregunta: Frasazas. Hoy en día conozco a Kike Cifuentes. Que me hablaste de el en el pasado.
Tomás: Los Cifuentes son muy buena gente, listos y con personalidad. Kike es un fenómeno y le veo bien. Si lo conoces sabes lo particular que es, un verso suelto. Pero que verso suelto. Y un GRAN JUGADOR. Otro gran jugador era Chencho, un tipo grande, bien puesto, buen tipo fuera del campo, pero dentro un ocho con mucha mala leche. De los de antes. Luego hay cosas que no hay cabeza que lo aguante ni fé que lo soporte…… ¿oye y esta frase de donde me ha salido?
Pregunta: ¿Mas Nombres?
Tomás: César Bonanza, un amigo de verdad, nos vemos de pascuas a ramos, y como siempre, pasamos mucho juntos, muy buen compañero, Pipo Botas, Urdangaray, Cancio...es que la primera linea une mucho, es muy difícil estar en la primera linea y no hablar de tus compañeros ahí, Manis, gran saltador de touche, un segunda duro, peligroso en el contacto y que luego alegraba los terceros tiempos porque cantaba de maravilla..
Los Balve, gente de carácter, muy duros en el campo.
Arturo y Juanin, muy buenos compañeros, Arturo era de esos que hacían mejor el entrenamiento.
Tato….Tato pa mi es un hijo…..mucho corazón, muy noble, discuto mucho con él. Quizá porque nos parecemos, somos temperamentales. Le toco un momento muy delicado y lo resolvió muy bien. En el campo no te da ni aire, pero fuera, habla claro, pero tiene muchos amigos.
Carreras, que en paz descanse……muy buena persona.
Ronchi un tipo muy divertido…..físicamente un monstruo, mentalmente un monstruo y como persona un monstruo...es de esa gente que nunca lo pedirá pero que merecía gestos de compañeros, “del club”
Pregunta: ¿Disfrutaste entrenando críos?
Tomás: Meh…. Yo soy mas de entrenar a jugadores que de formarlos. Creo que no lo hice mal con los chavales que forme, me tienen cariño diría, pero disfrute más entrenando a Chester con 25 años que con 18...por poner un ejemplo.
Pregunta: Concreta un poco, como fue aquel primer Oviedo que llega a DH.
Tomás: Cuando fundamos el Oviedo nos toca jugar los primeros años en Gijón, en el INTRA, después llego Tudela Agüeria, un campo precioso, en el que ascendimos a DH con el campo lleno. No había ni grada, pero había un bar con una tortilla de patata excepcional.
Eramos un equipo muy de delantera, muy duro en la disputa. Y luego, y más que nunca tras la llegada de Tejada, un equipo al que los balones en la ¾ eran de mucha calidad. Ascendemos en Tudela Agüeria, el campo como decía antes, lleno, el cura de la parroquia cambio la hora de la misa para que la gente pudiera cumplir en la grada y en la iglesia, bajaron diez autobuses de Oviedo llenos, ascendemos y nos vemos subidos a un camión de bomberos...fue una fiesta maravillosa. Esa temporada nos lo jugamos todo en un partido de visitante contra el Portuense, tenían a Carnicero, un pedazo pilier, y jugamos un gran partido de los de antes. En aquel rugby un vendaje era una diana, te castigaban donde más pensaban que te podía doler, el apertura…...los aperturas tenían que andar con mucho ojo….yo cuando me hablan de los valores del rugby…..¿eh? Los valores los tienen las personas. El rugby es un deporte y en el hay todo tipo de personas y pretender que haya unos valores comunes….
Pregunta: Tejada…
Tomás: Tejada fue un apertura de calidad, fue internacional, jugaba en el CAU de Madrid un club vinculado con el Oviedo a través de jugadores como Gelo, y de Cilleros, viene al Oviedo y…..una anécdota un día le descargan un pase, y lo patea directamente fuera, “Para que me pasas ese balón si no se puede jugar, para eso cometelo tu y que la delantera mastique la jugada.” Cilleros marcaba mucho era un entrenador muy de delantera, yo me considero Cillerista en filosofía dentro y fuera del campo, choque con el alguna vez, pero a las 24 horas tan amigos. Cuando Kike Cifuentes que era un gran medio mele pasa a tener un apertura como Tejada la cosa sube a otro nivel, el pie que tenía te sacaba de muchos apuros y era muy claro en como gestionar según que circunstancias, si estábamos en nuestra 22 sacaba el balón y nos dejaban de presionar, de una 22 a otra esto, y dentro de su 22 ya vería porque tenía una gran visión. Luego también había muy buenos jugadores en aquella ¾. Horacio, Fa, Sandineti, Mike, que jugador era Mike Kerr, que centro, impresionante, vive en Pamplona…
Pregunta: Esa primera temporada en DH.
Tomás: Un año muy jodido dentro del campo, plantilla muy corta, alguno poco comprometido, la salida de Cilleros.
Pregunta: De vuelta a DHB.
Tomás: Aquello fue una mierda. Volver a jugar contra el Crat, volver a batirte el cobre contra equipos contra los que nunca perdí. Tomas Lago deja la presidencia uno o dos años después del descenso….creo, tengo mala memoria pa eso, llegan Casares y Xabito..son años duros. Llegan buenas generaciones que van sumando y acabamos ascendiendo. Ahí llega Aitor Etxeberría que era un muy buen apertura….suplente de Kovalenko en la selección que va al mundial. Kovalenko era un bichejo….jugo en el Canoe, el equipo más incomodo contra el que he jugado, nunca estuve agusto jugando contra ellos, ganases o perdieses. Tenían un equipo físicamente muy grande.
Pregunta: Mis amigos del Cowper.
Tomás: Un grupo humano majisimo con el que casi subimos a DH. Que medio mele era Chester, sordo, pero fino y loco como el solo, si hubiera tenido la mala leche de Dieguito habria sido extraordinario. Jorjón, Jorjón llego tarde pero un 1 o un 2 de época. Carpi….para mi el mejor primera linea que ví en el Cowper….que físico, que listo era. Kunta, el mejor año de Kunta fue muy bueno, era grandón, pero pecaba de bueno. Luego Polo, que tenía una clase inmensa, solo le falto el matiz del pie para ser un ¾ de elite. Abel que vino de Grao, era un ocho fino pero alto, Raúl….muy especial, creció muchisimo conmigo y acabo siendo un jugador muy bueno para cualquier posición de la ¾ Recuerdo que a Hofer le di un uso muy concreto, tenía una memoria de la ostia y el libro de jugadas de la delantera lo llevaba en la cabeza. Darwin, muy buen ala.
Pregunta: El segundo ascenso a DH.
Tomás: Fuimos a A Coruña, a jugarnos el ascenso en un partido contra el Crat. Y se noto la experiencia que tenía el grupo, jugamos para ganar, a mi me metieron una leche en la cara que en cualquier otro partido habria tenido respuesta, pero respire hondo y dije “a lo nuestro” No hubo celebración con mayúsculas, yo comparo los dos recuerdos y no es que me pillara mayor es que parece que en el segundo ascenso no había nada que celebrar. Habían cambiado los tiempos.
El primer año de vuelta a DH hicimos una primera vuelta impresionante y luego hubo matices que hicieron que en la segunda vuelta se bajo el nivel.
Pregunta: Jeremy Spencer.
Tomás: Un ingles, vegetariano, salvo para el desayuno que se apretaba huevos fritos con Bacon. Llega al club con una furgoneta, una ambulancia “camperizada”, aparca en la condomina, echa un ojo a los vestuarios y nos damos cuenta que va a a dormir en la furgo y a hacer el día a día en la instalación. Un pasador extraordinario, tenía un plongeon (pase lanzandose en plancha muy habitual en los medio meles) era 9, y de los buenos, internacional por Inglaterra, era costurero, tambien era bueno en su oficio, trabajo con Versace, veía el partido en la grada y confiaba en mi como entrenador de delantera y en David Mendez en la ¾, Y el gobernándolo todo. Cuando llego su familia se fue a San Claudio. Era un hippie de 60 años, primer entrenamiento y delante nuestro se tumba boca arriba en el suelo y como con un espasmo se levanta saltando en el aire y poniéndose de pie. Flipamos, eso no lo hace cualquiera, menos a esa edad. Nos plantea una situación hipotética de juego y con ella nos caló a todos, no teníamos ni puta idea, partía de cero, tenía que enseñarnos EL RUGBY. A Jeremy no se le dejo continuar con su trabajo, fue una cacicada, llegando de un viaje a Getxo, empatamos a 13, para el bus en la Telefónica, y ahí se gesta su salida. Para mi una decisión nefasta.
Pregunta: El tercer año en DH…
Tomás: Ya estaba mayor, y de vuelta de todo, ya no lo juego, descendemos y hay una desbandada.
Pregunta: Y el club llega a un punto en que se tambalea.
Tomás: Yo estaba entrenando al Uni, había gente joven, Tato, Salinas, Jorge Gómez, Davizón, Darwin, Chesterillo, Kunta. Y gente ya en plenitud, Carpi, Panchi, Corrales, Sixto, Polo, Chiri, los Pintado, pero después de ganar muy bien la liga regional, no se va a por el ascenso por diferentes circunstancias. A mi me lían pa volver al ORC como una jugada para arrastrar a otros. A través de mi llegada al Oviedo se soluciona un problema muy serio. Había once fichas cuando llego en verano. El club se estabiliza pero a mi me ponen de director deportivo y al poco tiempo me largo, de vuelta al Cowper donde tendré un ciclo muy largo y bonito.
Pregunta: Después pasas por Belenos y al poco lo dejas. ¿Como ves el rugby y a tu club?
Tomás: Al rugby lo veo muy entusiasmado con su “modernidad” y la realidad es muy tozuda, el rugby empieza por el 1, y no conozco equipo que haya sido competitivo sin una delantera solvente. Asi que no nos perdamos en tonterías, no olvidemos el Maul, la mele, la touche, y el drop, que poco se aprovecha el Drop, quizá es una reacción a aquella exaltación que fue la final del mundial de 2003, pero el drop te da puntos, te descose al equipo rival y te van a devolver el balón ¿que mas queremos?
Al Oviedo le veo bien, con asterisco, nunca fue tan potente su rugby social, pero, que no se olviden que hay que competir, que el senior tiene que ser el alfa y el omega y todo esta al servicio de la ovalada. Tienes un ambiente guapo en el bar, pero quien quiera un club social que suba al centro o baje al tenis, esto va de rugby. De rugby competitivo. El rugby social, perfecto, pero como instrumento al servicio del proyecto competitivo.
Despedida: Pues nada Tomi, no veo mejor cierre posible, un abrazo y nos vemos el viernes pa seguir parloteando.
Cuando llegué al club, en noviembre de 2021, me encontré un contenedor de obra que me pidieron que acondicionase como bar. Los veteranos del club, gente que en muchos casos lo fundó, habían puesto bastante dinero para comprarlo, acondicionarlo y convertirlo en un bar. El por entonces tesorero del club, también entrenador del femenino, se rascaba la cabeza y peleaba cada euro, porque una institución deportiva vive prácticamente de subvenciones públicas (y os voy a contar un secreto: la administración tiene un reloj suizo para cobrar, pero no conoce de compromisos para pagar).
El club estaba remontando el vuelo, los jugadores de la casa del sénior, tanto masculino como femenino, se comprometían a un nivel casi semiprofesional de competición (dejándose algo más de mil euros al año por cabeza en el proceso). Además, se iban de captaciones, se implicaban en esa misma escuela que los forjó como rugbiers. El director de la escuela se peleaba por conseguir material para entrenamientos, amistosos con equipos que, la mitad de las veces, te dejaban tirado sin una mísera disculpa.
Mientras tanto, yo disfrutaba de una grata sensación: un padre, muy querido por mí, me decía:
—Mira, Jaimín, yo llevo trayendo a mis guajes a entrenar 10 años a esta instalación. Empecé antes de que hubiera una cubierta en la grada, así que venías y te sentabas a ver a los peques prácticamente solo. Y si llovía, te mojabas, y si hacía frío, te enfriabas. Así que que la directiva nos haya puesto un chigre... ye un lujo.
Tuvimos suerte con no pocos fichajes. Desde que llegó, Popi, para mí, se ha convertido en una institución en el club. Se hinchó a captaciones, se mató en el campo, es una figura muy importante en el vestuario, se metió a trabajar en la escuela, ayudó a levantar el gimnasio. Y sin él, las fiestas de fin de temporada no serían lo mismo. Le he visto mil veces detrás de la parrilla, me ha acompañado cien veces a comprar comida para las distintas categorías del club, compras que rebosaban mi pequeño y querido Hyundai.
Hay gratitud por parte de no pocos, pero también he visto a gente tratarle como si fuese su criado. No diré nada más que “reflexionad”, porque su trabajo, como el de los entrenadores de la escuela, delegados y jugadores, simplemente nunca será compensado. Es una labor esencialmente desinteresada.
Tras el ascenso, llegó un argentino de Tandil. La directiva había conseguido unos contenedores, y logramos que nos los metieran en la instalación a un precio increíble. El trabajo fue tan bueno que, al verlo, un constructor bajó a Melquiades Álvarez a comprarse un sombrero, subió de vuelta y se lo quitó admirado por la labor. Octavio levantó una barra con un presupuesto ridículo, imaginación y cariño. Una barra en la que se han servido miles de cafés tras 10 minutos de espera.
Aquel verano, algunos lo pasaron subidos al techo del contenedor para aislarlo, haciendo una instalación eléctrica o levantando un gimnasio del que hoy disfrutan todos los jugadores del club.
Sergio Ojanguren y Carlos son los Zipi y Zape de las mejoras de la instalación. Aquí todo el mundo se queda hasta que oscurece si la jornada se presta a ello. Pero, una vez termina la fiesta, pies, ¿para qué os quiero? Un día le comenté que estaba harto de cerrar solo y a oscuras la instalación, y tardó cinco minutos en ponerme una luz con temporizador en el patio de los baños para que pudiera ver algo, mientras la gente volaba a sus coches.
Hace no mucho, un par de padres movieron lo que no está escrito para que el contenedor de baño cambiase de emplazamiento. Nuevamente, Sergio Ojanguren nos regaló unas jornadas de trabajo (sin remuneración) junto a Carlos para que el agua corriente volviese a ese baño. Nunca olvidaré el diluvio que les cayó mientras trabajaban. A Sergio le he visto trabajar mientras otros tomaban una cerveza y hacían comentarios más bien desafortunados.
Juancho, un chaval que cuando se hizo cargo del marrón del mercha tenía 20 años, ha pegado un estirón en 2 años solo equiparable al de Mario Folgueras. A cada uno les ha tocado comerse un marrón de impresión en ese tiempo. Juancho nos ha uniformado a todos, sin coste para el club y con una relación calidad/precio muy asequible para las familias. Lo que he visto decirle a Juancho y a Mario en el bar por parte de ciertos padres me ha dejado pálido en más de una ocasión. A Juancho, una madre (que ya no está en el club y que por lo demás, muy bien) lo dejó al borde de la depresión en su primer año.
Mi reflexión es esta:
Todos lo queremos todo, ya, gratis y bonito.
Lo que conviene saber es que, para tener las cosas "ya y bonitas", alguien tiene que trabajarlas.
Y en el rugby no sobra el dinero.
Se podrán hacer las cosas mejor, seguro. Pero este club va al límite con los recursos, y mi impresión es que, en el ánimo de quienes lo gestionan, no está cobrar a las familias ni más ni menos que lo estrictamente necesario.
Al César lo que es del César.
Cuando se nos acabó el chollo de la lavandería se plantearon muchas opciones.
La lavandería, los autobuses, la instalación... se llevan muchísimo dinero, y en el caso de la lavandería se encontró una fórmula asumible para no tener que disparar los gastos de las familias. Esa fórmula incluyó compromisos y esfuerzos de no pocos.
Vuelvo a la reflexión:
Somos un club, disfrutamos de buen ambiente, y creedme que tenemos buena calidad humana, pero os animo a pensar —cuando veáis al sénior jugar bajo el diluvio, o a la directiva devanarse los sesos y pasar un lunes por la mañana en la instalación, o a los entrenadores y delegados hacer un viaje un domingo por la mañana para que el sub-8 juegue un partido en Santander, o al barman serviros una cerveza fría, o a los críos entrenar en el gimnasio, o a Pedrín o Isaías, o quien sea, serviros la comida en la parrilla o la polivalente— os invito, digo, a pensar qué hay detrás de ese último gesto.
Porque nada de lo que pasa en este club pasa por arte de magia, y que algunos consigan que parezca fácil no quiere decir que lo sea.
Un último comentario:
Desde hace tiempo, una persona hace una limpieza bastante concienzuda de la instalación. En buena parte, esa necesidad surgió de la aparición del bar, a la que acompañó el hecho de que ahora hay latas aquí y allá, y una ingente cantidad de colillas que la gente tira al suelo de una instalación deportiva sin respeto alguno.
No deja de ser irónico que pidamos contención en el gasto mientras hacemos obligatorio que una persona recoja las latas que no tiramos.
Un abrazo a todos, y lo dicho: reflexión.
Jaime Corrales
El XV del León, la selección masculina de España solo ha acudido a una Copa del Mundo de rugby. Dicho acontecimiento tuvo lugar en 1999 y el Oviedo Rugby, equipo de División de Honor por aquel entonces, envió a cuatro jugadores. En esa expedición destacaron especialmente dos hermanos formados en el club y muy queridos en el contexto del rugby asturiano, es a uno de ellos a quien tengo el privilegio de entrevistar hoy.
Carlos Souto Vidal (1976) comenzó sus andanzas rugbísticas en el Pilier de Grao (1991-1993), para más tarde comenzar a jugar en el Oviedo Rugby durante ocho temporadas, un tiempo que le sirvió para forjarse una reconocida reputación en el rugby español. Tras sus años en el Oviedo, Souto pasó un breve periodo de tiempo en Alcobendas (2001-2003) y nueve años en el Salvador de Valladolid (2003-2012), club en el que demostró ser una pieza fundamental de la delantera. Su carrera deportiva profesional acabó prácticamente donde empezó, esto es, con una última temporada en nuestro querido ORC (2012-2013).
Su paso por todos estos equipos dejó numerosos éxitos y galardones por el camino. Por una parte, para el ORC Carlos Souto fue uno de esos jugadores que luchó para que nuestro club se mantuviese tres temporadas en la máxima categoría del rugby español. Por otro lado, con Alcobendas conquistó una liga, la del 2002, y con El Salvador cuatro (2004, 2007, 2008, 2010). A sus años en el Salvador no les faltaron ni esfuerzos ni resultados, pues en ellos Souto también pudo meterse en el bolsillo cuatro Copas (2005, 2006, 2007, 2011) y otras cuatro Supercopas (2005, 2006, 2007, 2008).
La primera vez que nuestro protagonista es llamado a las filas del XV del León data de 1995, durante una gira por Sudamérica, lo cual más tarde le llevaría a debutar en un partido oficial contra Rusia que tuvo lugar en abril de 1996. Años más tarde, en 1999, se hace evidente que Souto es un jugador importante para la Selección, pues fue titular en los tres partidos que disputó el XV del León en el Mundial.
Como muchos de los que estáis al otro lado de la pantalla sabéis, el rugby no se deja cuando “cuelgas las botas”, pues siempre hay algo que hacer en y por el Club. Así, siguiendo esta especie de “tradición”, tras sus años como jugador, Carlos Souto comienza a desarrollar una importantísima labor como entrenador en las categorías inferiores del club, una labor que dejó una profunda huella en muchos de los jugadores que a día de hoy juegan en el Primer Equipo. Además, actualmente Carlos Souto desempeña un rol muy importante en el Senior Femenino de nuestro club, pues entrena, junto a Irma, a la categoría mencionada.
No son pocos los nombres ilustres que han vestido nuestra camiseta, orgullo de todos nuestros jugadores, sin embargo, pocos han sido capaces de conjugar tan bien el alto nivel competitivo, el saber estar, la calidad humana y el éxito en su desempeño como jugador. Por todo ello y para rendir homenaje a aquellos que participaron en el Mundial de 1999, el único hasta la fecha, así como para celebrar la clasificación para 2027, consideramos que es momento de presentaros, si es que no lo conocéis, a Carlos Souto. Trataré de estar a la altura (rezad por mi).
¿Cómo llegaste al rugby? ¿Cómo llegó el rugby a la familia Souto Vidal?
Benjamín López, que había sido internacional Junior de rugby, lideró la formación del Pilier Rugby. Le acompañaron muchas personas en el proceso, entre ellas mis hermanos mayores, Miguel Ángel y Julio. Al año siguiente, mi hermano Sergio y yo fuimos animados a probar, y allí fuimos. Gracias a ellos descubrimos el maravilloso mundo del rugby. Poco después, mi padre fue destinado a la capital, y comenzamos nuestra andadura en el Oviedo Rugby.
Si hoy hay carencias, no quiero imaginar a lo que os enfrentabais en esos primeros años de los 90. ¿Qué recuerdos tienes de esos primeros años en Grado y Oviedo? ¿Dónde entrenabais? ¿Qué entrenadores y compañeros os acompañaban?
Grado... El comienzo fue duro para los que lo fundaron. Teníamos que entrenar en Sandiche, a las afueras de Grado. Luego llegamos a la leyenda histórica del campo de La Cardosa, que estaba junto a las vías del ferrocarril, y cada vez que pasaba un tren teníamos que parar. Se inundaba más que el Naranco, nos cambiábamos en una caseta antigua de la Cruz Roja y entrenábamos donde estaba el Mercado de Ganado. Hoy en día, la Sebe se ha comido todo aquello... Fueron momentos inolvidables. En el segundo año en cadetes, ganamos la liga asturiana y el Pilier Grado se fue al campeonato de España en Elche a competir con La Santboiana, El Salvador, Ciencias, y otras escuelas históricas. Fue un viaje inolvidable. En la segunda temporada del club conseguimos aquello. Después pasamos al Oviedo, un club consolidado con generaciones muy buenas en cadetes y juveniles. Dieguito, Fran, Berto, mi hermano, Ronchi, Santi... Muchos jugadores muy buenos. Un autobús recorría toda la ciudad para recogernos en varias paradas e ir a entrenar. En mi primer año en el club nos entrenó ese histórico que es Don José Ramón Cabal, "Boli". Luego ya pasé a entrenar con Xabito.
Me encanta verte hablar de gente que conozco, que veo en el club, como Ronchi, que con Pilar es el cliente más amable que tengo en el bar, o de Dieguito, Boli... ¿Cómo fue la transición al Senior? ¿Sentiste que esa generación tan buena estaba destinada a llevar al club a otro nivel?
Ronchi es un crack y una muy buena persona. La transición al equipo senior fue muy fácil para mi hermano y para mí, porque nos acogieron leyendas del club como los hermanos Balvé, Pin, Gelo, Cancio, Xabito, Mike, Tomi... Uno de los mejores pilieres que ha tenido el club, y un compañero de libro para mí. Toda esa vieja guardia que había llevado al club a DH años atrás nos arropó de forma espectacular. El retorno a DH no fue fácil, pero vimos que en el senior se incorporaban 3-4 generaciones que habíamos ido llegando: la de Gonzalo Mayo y Carlos Baragaño, luego la de Dieguito y Ronchi, después la mía, la de Fran y Nacho Serantes, Técnicu... Nos juntamos muchos jugadores buenos que sentíamos que íbamos hacia arriba, y que antes o después pondríamos de nuevo al club en DH.
¿Cómo sintetizarías esos años en la máxima categoría en unas líneas?
El año del ascenso fue muy rodado, ya el año anterior nos quedamos con la miel en los labios, faltaban detalles. Ese año ya sentíamos que todo iba como debía. El ascenso del Salvador nos liberó. DH tuvo luces y sombras, estar en la máxima categoría el primer año fue un plus de cuidado, pero para el segundo año llegó Jeremy Spencer, que era un entrenador con el que, si se hubiese tenido paciencia, habría dado mucho más rendimiento. El año del descenso... Buena primera vuelta, pero en la segunda coqueteamos con el descenso, y cuando juegas con fuego... te quemas. Pero de esos tres años me quedo con la sensación de que nadie venía a jugar al Naranco a gusto. Aquí siempre competíamos y era duro jugar contra nosotros.
Cuando entrevisté a Tomi para el Cowper me habló de Jeremy, no sabía en qué época llegó al club y contigo ya lo tengo más claro. Me dejó una frase que me encanta: "Lo que no se comparte, se pierde". ¿Qué contarías de él?
Jeremy Spencer era un gran entrenador. Como jugador, fue internacional por Inglaterra, así que eso lo dice todo. Era un personaje, en el buen sentido. Un bohemio. Apostó por jugadores jóvenes de la casa y casi no hizo fichajes. El problema fue que los resultados no le acompañaron y, tras la presión de ciertos jugadores, el club decidió destituirlo. Creo que fue un error, pero también es más fácil analizar las cosas a toro pasado. En ese momento solo pensaba en entrenar y jugar, no me daba cuenta de ciertas cosas. Pero Jeremy era muy buen entrenador.
Al Mundial vas como jugador del ORC, junto a Aitor, tu hermano y Gogo. ¿Cómo fue aquel trayecto hacia nuestra primera Copa del Mundo? ¿Qué te viene a la cabeza al pensar en ese torneo en el que jugasteis además contra los vigentes campeones del mundo (Sudáfrica)?
El trayecto hacia el Mundial fue muy bueno. Bryce hizo un trabajo espectacular, cambió el rugby español. Luego Feijoo aprovechó esa inercia para llevarnos al Mundial. Casi lo arruinamos con la expulsión de José Díaz, nuestro mejor jugador, contra Portugal... Era muy bueno, un referente con Castres en el Top 14. En el minuto 20 nos lo expulsan y nos miramos los unos a los otros y dijimos “o apretamos o perdemos un sueño”. Aguantamos 60 minutos con uno menos y nos metimos en el Mundial, nada menos que en Murrayfield, ¡no pudo ser más épico! Al Mundial fuimos a disfrutar. Escocia en casa, Sudáfrica... Sabíamos que íbamos a sufrir. Lo que nos dejó un mal sabor fue no haber podido ganar a Uruguay, pero este es el deporte: ellos fueron mejores, ganaron y se les felicita. Ahora toca desearles a los nuevos mundialistas que mejoren nuestro papel.
Y de los jugadores del Oviedo aparte de mi hermano por supuesto..un referente con el que nos entendíamos solo con mirarnos fue con Dieguito,que llegó a ser internacional sub21 y tenía una calidad impresionante. No puedo dejar de destacarlo.
Os Du Randt, Mark Andrews, Joost Van Der Westhuizen, Rassie Erasmus, Percy Montgomery, Chris Paterson, Gregor Townsend... ¡Mucho nombre ahí! Tras el descenso a DHB, toca cambio para competir con Alcobendas, con el que conquistas tu primera liga. ¿Qué tal por la capital del reino?
La experiencia en La Moraleja-Alcobendas fue ES-PEC-TA-CU-LAR. Yo creo que no ha habido equipo igual en España; éramos 20 internacionales. Aquello era como la selección española, todo, a pesar de los problemas económicos del segundo año. Todo era muy profesional: entrenamientos por la mañana, a mediodía y por la tarde; entrenamientos de calidad. A eso añádele un ambiente y un compañerismo de diez. Había partidos en los que llegábamos a los 100 puntos en DH. El primer año fue espectacular. Luego, en el segundo, llegaron los problemas económicos; estuvimos seis meses sin cobrar, pero aun así fuimos subcampeones de liga y finalistas de copa, con Jaime Nava, que tuvo una patada a palos que nos habría dado el título. El compromiso de aquel grupo era impresionante.
Toca hablar de El Salvador, que supongo que lo sentirás como tu segunda casa.
9 años... El trato de la gente, la afición, el club, todo fue de diez. El cariño fue espectacular; es imposible que no te llegue y te afecte. Aún hoy voy por allí y sientes el cariño... es bonito. Luego, encima, fuimos un equipo dominante, con grandes rivales como el Pozuelo o la Santboiana. Pero competíamos muy bien, y ganamos liga o copa; algún año, incluso, hicimos doblete e incluso triplete. Luego está la mística rugbística de Valladolid. No hay ciudad en España donde el rugby se viva de esa manera. Los derbis con el VRAC… la semana previa era intensa. La ciudad de Valladolid y El Salvador siempre serán especiales para Sergio y para mí.
Cierras un último periodo en el Oviedo, donde terminas tu carrera como jugador y pasas a labores formativas. Entrenaste a una generación de chavales que conozco bien y se emocionan hablando de esos años contigo. ¿Cómo lo vivías tú?
La vuelta al club fue muy buena; estuvimos a punto de entrar en la promoción de ascenso con Mario Copetti. Luego pasé a formar a chavales en la escuela, y fue maravilloso. Buena parte de la gente que formé está en el equipo a día de hoy. Yo tenía mis dudas porque una cosa es saber jugar y otra es saber transmitir, y no sabía si estaría capacitado. Ignacio Mijares, Danis, Merino, Arturo, que estuvo conmigo de entrenador en Sub18, Baretino, que era un jugadorazo, Mollaghan... Los chavales eran un grupo curioso, maravilloso, trabajaban muy bien, asustamos en varias ocasiones al Salvador. Javi Mijares… un chaval espectacular, Ramses, Jaja Abraham, Jaco, Yoldi… un chaval de 10, una persona de CLUB, un jugador increíble. Ahora estoy viviendo la experiencia con las chicas, y lo estoy disfrutando muchísimo.
¿Cómo ha sido vivir todas esas experiencias con tu hermano a tu lado?
Sergio ha sido fundamental para mí, hemos estado unidos en toda nuestra carrera deportiva. Solo dejamos de jugar juntos una temporada, cuando yo me fui antes al Salvador. Nos tocó enfrentarnos en un único encuentro, y no nos gustó nada la experiencia. Debutamos casi a la vez en la selección Junior y luego compartimos 10-12 años en la selección. Yo he hecho el deporte que me gusta al máximo nivel, y compartir esa experiencia con mi hermano… yo no entiendo mi carrera deportiva sin él. Jugamos juntos en la delantera, y eso nos dio un rodaje, una complicidad y un entendimiento muy enraizados en el campo. Una mirada bastaba para que supiéramos lo que buscaba el otro.
¿Algo que sientas que te queda por decir? Y, como última pregunta, ¿qué es el rugby para ti?
La definición del rugby que daría en el plano deportivo es: esfuerzo, sacrificio, compañerismo. Para mí, esos tres valores son la esencia de este deporte, fundamentales. Más allá de lo deportivo, me ha dado mis mejores amigos, una segunda familia. La sangre pesa mucho, pero el rugby me ha dado algo cercano a una familia. Gogo, Dieguito, Carlitos... yo tengo una amistad de 30 años con algunos compañeros… da vértigo pensarlo. Al repasar toda la carrera, me he dejado muchos nombres en el tintero, pero no quería dejar de mencionar, y hacer hincapié, en la figura de José Ramón Cabal, hilo conductor del club desde su fundación hasta hoy. Todas las generaciones, desde la fundacional hasta las actuales, saben o deben saber quién es Boli; siempre ha estado ahí, y ya solo por eso, merece un reconocimiento.
Querría cerrar haciendo un reconocimiento y mostrando gratitud por todos aquellos que han formado parte de la directiva del club. Nunca se es consciente del trabajo que hay detrás. La crítica es fácil, y yo he visto mucha crítica a priori. Muchos hablaban desde la ignorancia, y cuando han tenido que ponerse a trabajar por el club, han visto la dificultad y el trabajo que hay en cada paso.
Primer mes de 2025.
Llevo 39 meses en el bar.
Y al fin me he rendido a la evidencia: a partir de ahora procuraré tener un mayordomo en jornadas como la del 26 de enero. Vuestra generosidad y paciencia han sido estupendas, pero toca crecer con el bar. En días como ayer, sin alguien que me ayude en la barra, me sentía siempre desbordado. Ya tengo a alguien en mente. A ver qué tal.
Los viernes son días divertidos, siempre dejan anécdotas. Son el día que más disfruto. Me encantó esa irrupción de Ceci a última hora. No vivo el día a día de los chavales en el verde (estos días marrón), pero sí interactúo más con ellos en el bar o mientras paseo como un NPC por algún lugar de la instalación. Así que solo comento lo personal, porque lo deportivo… soy un ignorante.
El caso es que llegó el sábado y fue un bonito día. Gernika apretó las tuercas a nuestro Sr., quien se defendió con dignidad. Un mal juez estropea cualquier sala y puede convertir una discusión entre juristas sobre la interpretación de una norma en una conversación propia de Sálvame. Un poco eso fue lo que pasó con Gernika: a aprender de la experiencia, hay que vivir con los defectos ajenos y con los propios. Lo bueno es que los chicos del Senior afrontan los problemas juntos. Esa es la mejor noticia. Y es una muy buena noticia.
Souto es una institución en el club. Haberle recuperado, a él o a Willy, es una alegría. A mí, ver a exjugadores frecuentar el club me alegra. Es cierto que no todos pueden sumar, pero solo con estar ya aportan algo. Luego la experiencia y su naturaleza les darán un lugar. Yo soy de los que creen que nadie sobra, que todo el mundo tiene algo que ofrecer y algo que recibir, y solo hay que encontrar ambas cosas.
Souto tomó el pulso al femenino, con Irma a su lado y Dieguito de añorado asistente. El equipo, con pasos vacilantes, empezó a madurar. Ha habido victorias, derrotas, entrega, colapsos, ha habido días mejores y peores, ha habido mano izquierda desde el banquillo para hacer reflexionar al grupo, pero en una jornada de infarto y cubiertos de barro, las guajas del Naranco bailaron sobre el filo de la navaja y salieron victoriosas. Gloria.
Hay anfitriones y anfitriones, hay gradas que parecen propias de un mal club de fútbol y hay gradas que saben lo que es el rugby.
Hay cosas que dicen mucho de la gente de nuestro club. Los equipos Sub 14, Sub 16 y Sub 18 recibieron un trato lamentable en Santander, con entrenadores amenazando, aficionados insultando… En fin…
Lo cierto es que podríamos haber respondido con fuego, pero lo que se hizo fue muy distinto: los padres y madres engalanaron el club, animaron a sus chicos y se centraron en el rugby. Se ganaron los tres partidos y los entrenadores salieron felices y orgullosos de sus chicos.
Esto del rugby no va de individualidades. Un jugador, por mucho que haga, no te gana un partido. No puedes ganar la posesión, patear, ganar la carrera y ensayar todo tú solo.
Aun así, he de decir que un equipo a veces necesita que esté o aquel dé un paso al frente. Que Elías, al servicio de sus compañeros de Sub 14, hizo un partidazo el otro día (¡que llegue pelado más a menudo si el resultado es este!). Que Julia, hija y sobrina de buenos amigos, sigue en su progresión de guindilla, ordenando el equipo, ganando metros con el balón, placando y limpiando un ruck tras otro.
Joaquín ha sido un gran fichaje para Sub 16. Con él, vuelve el trabajo al servicio del equipo. Nico y Pablo se fajaron de lo lindo, y Eloy es un flanker cada día más psicópata en un Sub 16 que juega bueno, bonito y compacto.
Hace unas semanas, un compañero, hablando de la evolución del grupo de Sub 18, confesaba lo siguiente: "Poo, Poo ha dado un paso al frente de la leche. Me encanta cómo está entrenando y jugando esta temporada. Está siendo su mejor año desde que le conozco." A los guajes les escuchas, pero a veces los subestimas.
¡Qué razón tenía su compañero! Dos personas diferentes me dijeron este lunes: “Sin duda, Poo, PARTIDAZO”.
Elías es un Sub 18 recién llegado de Venezuela, es parte de esa Caribe Connection que va creciendo en el club y que forma un grupo de chavales estupendos. Elías no tiene todos los fundamentos, pero es agresivo, duro, no tiene miedo y juega sin ego, para el equipo. Eso es vital en rugby. Y cuando, saliendo del banquillo, entró en liza, lo hizo para dar un plus con sus defectos. El ensayo de la victoria fue una justa recompensa para un chaval que te gana con su actitud.
No querría olvidarme de Rafa Arganza Jr., hijo, sobrino y primo de jugadores del club. Por su comportamiento en el bar y por lo que me dicen de él como jugador, me apetece llamarlo “el pelirrojo con la actitud adecuada”.
Hay muchos más de nuestros guajes que merecen elogio, como los delegados, padres y jugadores que dedicaron el domingo a hacer del campo un templo, de la polivalente un restaurante, de mi antro un bar de verdad (Gonzalo) y que aun tuvieron ganas de recoger y limpiar a última hora.
El B sufrió y trabajó por un meritorio empate en Avilés. La humildad es el mejor camino para crecer como grupo. Vamos a ello.
No quería cerrar sin honrar la victoria en Pamplona de hace una semana y a La Única como club. Nunca es fácil jugar allí, son un club admirable y respetable, y desde luego, en el Naranco se les tiene cariño y respeto: generosos en el tercer tiempo, hospitalarios, duros y nobles en el campo. Pero cuidaron de Morán y Castaño. Gracias.
Allí, nuestros chicos fueron más bloque que nunca, y era imposible no destacar a todos. Cada uno, en su función, todos como grupo, hicieron un partido brillante, y fueron incisivos, generosos y peleones. El ensayo del Dandy Castaño es para ver cómo una decisión correcta de un jugador tras otro te lleva siempre a la línea de marca.
Y es que la vida es así de fácil: solo hay que tomar la decisión correcta y ponerla en práctica. Suerte con ello.
Jaime CorralesEstamos en un momento guapo como club…
Un directivo me comentaba que ahora lo reconocen por la calle; lo decía sin pizca de arrogancia, pero con una cierta alegría.
Somos muchos, hemos crecido mucho y hay un gran potencial. Es el momento de explotarlo... y eso, diría, es cosa de todos.
Hay mil formas de sumar, me encanta ver que la gente sube al club para disfrutar.
Pero no nos engañemos, el placer sin compromiso es frivolidad, y el compromiso sin placer es sacrificio. Yo aspiro a que no toméis mi camino, que es el de la pura frivolidad en el bar.
Aspiro a que seáis como muchos, que disfrutan del club y se comprometen con él.
No todos jugamos, pero todos podemos ayudar a jugar.
Tomar un agua en el bar o subir al partido, es sumar.
Ayudar a preparar los terceros tiempos, es sumar.
Contribuir al cuidado y mantenimiento de la instalación, es sumar.
Jugar para el equipo y comprometerte con las obligaciones que ello implica, es sumar.
En el bar hay unas pegatinas de "local colaborador", cuestan 50 euros. Te llevas una, la colocas en un negocio que aporte esos 50 euros y sumas un local colaborador al club, al que damos visibilidad a través de nuestras redes. Ganar locales colaboradores para la causa, es sumar.
El coste de ser socio del club es ridículo, pero somos realmente pocos. Ser socio, es sumar.
La filosofía del club es que cualquier empresa dispuesta a patrocinar encontrará la forma de hacerlo; se puede aportar dinero o un servicio. Aportar patrocinadores, es sumar.
Pero por encima de todo, sumar es contribuir a hacer de este club la casa de todos, sin egos, sin conflictos ni aires de grandeza, sin medallitas ni ganas de estar por encima de nadie, sin victimismos ni cuentos chinos.
No es un camino fácil. Pero os animo a que intentemos recorrerlo juntos, con las filas bien prietas y el club, los esbardos y los jugadores y jugadoras como razón de ser.
Hablábamos hace no mucho de lo bueno que ha traído el bar al club, pero conviene no perder el norte: el bar es una herramienta al servicio del club; sin él, es una cáscara vacía. Cabeza, por favor.
Hace unos días, las Osas celebraban su cena y, con una foto, ponían el acento en su unidad desde la diversidad. Yo les reboté un viejo anuncio de Android, entrañable y con un mensaje inapelable:
Be together, not the same.
Juntos, sin ser lo mismo.
Así os quiero, porque este club nos une, pero Dios sabe que hay personalidades marcadas en él, y yo lo celebro.
Siempre lo diré: me falta un cartel en la puerta de la instalación que diga: “No hace falta estar loco para entrar aquí, pero ayuda.”
Jaime Corrales